Plaqueta y la insoportable levedad del blog.

Angustiada,extraña en un mundo raro, acosada por fanaticos y dementes, plaqueta se esconde. En su blog. En su revista. Alli, al paso del momento, espera.Saldra, tendra que enfrentarse a si misma, y ahora, entonces, su larga carrera se esfuma, sus proyectos caen, y nada permanece.
Asi, de pronto, regresa al pasado. A su universidad, a su facultad donde era nadie, al menos, era ella misma. Recuerda su obra cerebro de gomita, y se rie, recuerda ese mundo lleno de planes de estudio, de mediocres, de perdedores que, ausentes, se creen la revolucion. Recuerda las malas notas, las pesimas clases, y todo aquello que no, no es grato recordar.
Ella sigue. Y encuentra. La misma chica, el mismo furor, pero es otra. Ya no es plaqueta. Es una extraña, y no es ella. Demasiado, es demasiado.
Corre, debe correr, el mundo es cruel y despiadado, no, es menester huir de el, encontrarse en la computadora, lejos del exterior.
Alli, ensimismada, su dolor se vierte en autobiografia, en anecdotas. Alli, ella nace, y llora, cada frase y parrafo, uno por uno como gotas, fragiles, y partes de ella.
Descansa. La computadora es su nuevo mundo y ella su nuevo Pizarro.
Suena el telefono. Contesta. Es plaqueta.