tamara de anda

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tamara de anda

domingo, 30 de septiembre de 2018

Sergio Mayer no necesita ser Sócrates





































Sergio  Mayer  no  necesita  ser  Sócrates















































Presentacion editorial en el centro cultural el reloj.

















Aquellos magueyes serian donde, a veces

los libros de el profesor leería, 


a muchos miles de kilometros, y, ahora, 

hasta de años luces virtuales, 

pero leería.












De algun modo se comunicaria, 

con el autor de esa obra dicha, 

no lo conoceria mas que por lo que escribiría

en la capital del estado, donde ahi, atras, del libro, decia,














iría, su pasaje compraria, escuchando





 su estacion de salsa, 

y una permanencia en el anonimato, 





no iba hacia ningun lado, de aqui para alla

intentando, que no se le vaya la huida






de ser alguien, mas apreciado




































Cabe mencionar que si eso ya era intrigante, 

el que, sin saber porque, se lo invitase

a ir hasta alla, a cerciorarse.

















Llegaría ,  nadamas para saber, 





de que se trataba ese libro que revisase, que seria la novedad, 






por hacer lecturas de todo talante







































 Los magueyes 
eran tan atenuados que, con agua miel, 

leia muy bien,  y


esos textos que no entendia, 

los empezaba a comprender. 


















Dice que fue, hasta la capital del estado, para conocer,





a quien hizo ese escrito   regalado




y que, alcanzo a ver como, 





en unas cuantas sillas, hablaban del libro , el mismo que tenia,







 unas aproximadamente cuatro personas, y cinco ya con el.














Ahi se estuvo 

las dos horas completas, 






de la presentacion exitorial, el tipo aquel, y







fue el que se quedo al final, 






con solo el autor del libro, y el, 










viendose ambos, sin chistar, 






el lector y el escribidor, 







en las mismas indiferencias y desazon, 












frente a frente, como en el papel en blanco imprimido,







sin entablar comunicacion, 











aquel lector, que se escondia entre magueyes, 







y aquel escritor, que se ocultaba







en esos invisibles papeles, 








hechos de materia opera prima, 






de interrogacion, 













quien?, quien?, detras de los magueyes






abrira millones de paginas, 





y les pondra atencion

















quien......... 















domingo, 23 de septiembre de 2018

Las fabulosas aventuras de Vanesa encuerada





























































Las   fabulosas   aventuras   de    Vanesa    encuerada




















































Se quitaron las pantaletas en parque venados .











































Son algunas  frases de los dias 

recapitulos del anonimo destiempo

de hace algunas ideas sobre ello

como si  entre tanta multitud

encuentra destello, y algo le diran 


con ello.













Por la ventana microbusera van pasando las colonias a un ritmo eferesco

y, en tanto, parece que esta a los detentos

mas sin embargo no, el trayecto es repetido, y convexo

a esa entonanza ,

 a lo que queda muy hacerlo.





















Parque venados esta solitario

y, las pantaletas siguen ahi, en el area de juegos

solo espera ella quien las vea, y que haga con eso, 

sera que vuelva al mismo lugar el que se las bajo

furtivo, y diestro.



























Se las quito con todo y mezclilla puestos

no se las jalo y, sigue sin saber como fue que  deslizo

solo ella sabia hacerlo

juntando los bordes interiores, los negliges,los acuerdos, 

la ponian de buenas sus veinte años coquetos

dando oportunidad a los feos

le gustaba a ella su cara de asombro al verle su bello trasero









todo eso es 
para mi?, le decian,  merezco, 

nunca se sintio mejor que haciendo eso, 

los guapos las tienen todas, aun con penes esteltos

los feos que ella refugiaba, eran algo contento

y, se despachaban a su hacerlo.



































Ninguno hacia bien el amor, no de lejos

empero no era solo eso, como aquel al que le 

dijo 


entonces ven,los chones bajamelos, sin quererlos

hazme sentir excitada en el parque y veremos
















y, se los quito ahi, 

y los dejo, por alli, 





















era el otro dia y ella buscaba los lenceríos aquellos

seguian asi, desdoblados, junto al area de juegos























y, de ese lado, recargado, 

estaba el, con un cigarro, rascandose la cabeza

seguia viendo las pantaletas,muy, muy .......









perverso dado, 























y ella, mirandolo, se agarraba, 





como si , el parque venados, la  ...........
















dedeara.....