lunes, 30 de diciembre de 2019
Agarrandose la panocha.
Agarrandose la panocha.
La unidad habitacional se viste lujosa
indiferente, se desliza
con los colores anaranjados de
los frutos prohibidos.
Portentosamente deja que
los caudales tan frios, de esos
duraznos no permitidos
sigan haciendose presentes
tan tempranamente.
Por la gustosa selva de lujurias
que esta, alrededor, de las
muchas sumbas,
y que embarcan jadeos llenos
de masturbadoras compañias unas,
freneticas, son los trenes apenas
escuchados en el trayecto
que va, conforme acercase
al brio helado, ello
Decembrinas codicias
que siguen a si mismas,
gelatinas sedientas de grenetina
en la tienda cerrada
porque son wevones es lo que quieren
porque cuando se necesita,
no hay ese dia, que
se pudieren,
no hay lista.
Azucarando duraznos
de apenas hallazgos,
buscandolos, melosos, la lujuria plena
lo que sea, tomara todos, los cogera.
La unidad habitacional
trae ganas de tocarse y, como no hay nadie
esta por realizarse, comienza manosearse
en cada puerta deslizante
como si no la pudiera arrimarse
los muros estan respondiendo
a sus intimos sexeos,
la unidad habitacional
se remasturba
como todo lo que hay
que llega, de tanda a tanga
diurna, las frutas prohibidas
continuan siendo parte de los excesos,
de las decembrinas citadinas
y enebros,
la selva gustosa de lujurias
ya esta toda satisfecha, y humeda
como tundra,
y una cortina abre,
como respuesta unica,
camarones, y almejas
es esa tienda que,
esta de pubis
la muy musica,
que despues de haberse gozado sola,
la unidad habitacional
dejo abrir, con toda su indecencia,
impudica.....
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Wao !!, que extraño poema querido...sexy, atrevido, oye, escucha, por que no tienes una pagina, sería muy novedosa, y...le cambiaras el nombre a tu blog ?
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